Entrevistem en Mortala Top, mecànic de l’Espai Rebiciclem, amb motiu del viatge que aquesta setmana realitzarà al seu país d’origen per donar suport al projecte que Bicicletas sin Fronteras desenvolupa allà. En companyia de Ferran Vivas, responsable del Taller Obert, s’encarregaran de formar els mecànics locals i assistir tècnicament els tallers mecànics de Palmarin. Home de poques paraules, desvetlla en aquesta entrevista el dur viatge que va emprendre fa més d’una dècada per arribar a Espanya perseguint un futur millor. El seu trajecte no va ser fàcil i és un orgull per Biciclot comptar amb un mecànic tan tenaç i lluitador.
¿Cuál es tu historia? Como llegaste a España y cuál fue tu recorrido?
Mi recorrido pasa por Touba, Rohan, Guinea Bissau y entonces, vuelvo a Senegal, y cojo la patera. Mi hermano fue quién me ayudó a entrar en la patera, el me preguntó si me quería subir y yo le dije que sí. Llegué a Canarias en agosto de 2006 y me pusieron en un centro donde estuve un año. Allí no nos sentíamos muy bien. Llegué sin papeles y comprobaron mi edad con una máquina. Salió que tenía 18 años. Yo no estudié en la escuela, solo estudié el Corán. Yo no sabía exactamente qué edad tenía, ni mi padre ni mi madre me dijeron que edad tenía.
¿Cómo fue la travesía por el mar?
Fue muy duro, empezamos el viaje más de 100 personas y tardamos diez días en llegar. Solo pudimos quedarnos en Canarias dos personas, el resto fueron repatriadas.
¿Cuándo decidiste dar el salto a la península?
Lo decidí cuando hablé con mi padre y me dijo que me fuera con mi hermano que estaba en Madrid. Él me dio este consejo y yo le hice caso. Llegué a Madrid en 2007 y mi hermano me acogió en la casa donde vivía él y me ayudó mucho. Él decidió volver a Senegal hace cinco años porqué no tenía permiso de residencia. Cuando volvió mucha gente se reía de él, ellos no saben lo duro que es estar aquí trabajando. Es muy importante tener los papeles en regla. Mi hermano murió y me sentí muy culpable porqué mi hermano siempre quería hablar conmigo. Pero no pasa nada, lo que tienes que pasar en la vida, es la vida.
¿Por qué decidiste venir a Barcelona?
Porqué en Madrid tampoco lo tenía muy fácil… intenté vender pero a mí no se me da bien hacer esto. Puedo, pero no tuve suerte en la venta, siempre me cogía la policía. Mi hermano siempre me daba cosas para vender pero no funcionaba.
¿A qué te dedicabas cuando llegaste a Barcelona?
Yo llegué sólo con una mochila en 2012 porqué sólo conocía a un amigo pero él tampoco podía ayudarme así que dormía en la calle. Estuve así unos días hasta que conseguí entrar en un albergue. Después un amigo paisano me ayudó a entrar en las naves abandonadas del Poble Nou. Viví allí 2 años y me dedicaba a recoger chatarra y a intentar sobrevivir. Yo estaba con un amigo y él se dedicaba a lo mismo que yo, arreglaba cosas y bicicletas. Luego él se fue a Holanda y yo me quedé en la nave reparando bicicletas. Si encontraba un cuadro mientras recogía chatarra lo reparaba y lo vendía, muy barato, para tener algo para comer y mandar algo a la familia. Por eso estoy muy agradecido a Biciclot, por darme trabajo.
¿Cómo llegas a Biciclot?
Pasé un día caminando por la calle de la Verneda y entré a hablar con ellos porqué vi un curso de mecánica de bici. Hablé con Xavi [treballador social] para poder hacerlo porqué en ese momento estaba trabajando en algo parecido, en el Punt Verd de Reciclatge, mi primer trabajo con papeles que me consiguió la Fundación Engrunes. Pero allí el trabajo era muy duro, trabajaba con el amianto, un material tóxico. Por las tardes venía al Taller Obert para seguir aprendiendo mecánica de bicicleta. En aquel momento trabajaba allí Oscar [antic treballador Biciclot] y me enseñaba muchas cosas para que siguiera practicando. Gracias a una beca del ayuntamiento pude hacer el curso de mecánica en Biciclot.
¿Cómo llegó la posibilidad de trabajar en Biciclot?
Yo continuaba viniendo a Biciclot a ayudar con la reparación de bicicletas y cuando se terminó el trabajo en el Punt Verd se lo conté a Pere [Coordinador Rebiciclem] y él me contrató. Llevo aquí un año y dos meses y me dedico principalmente a reparar bicis de segunda mano del proyecto Rebiciclem, ayudando a Ferran [responsable Taller Obert]. Estoy muy contento de que me hayan dado una oportunidad y la estoy aprovechando.
¿Ha valido la pena llegar hasta aquí después de tanto esfuerzo?
Sí, vale la pena porque aquí hay muchas oportunidades pero todo lo que yo sé de mecánica también lo saben en Senegal lo que pasa que allí no hay trabajo y no tienen la oportunidad de tener una experiencia laboral. Todos nos tenemos que ayudar, porqué todos somos iguales. Las mismas cosas que buscamos aquí son las que buscan la gente en Senegal.
¿En breve vas a Senegal a dar soporte en el proyecto que desarrolla Bicicletas sin Fronteras en Palmarin. Qué tienes ganas de hacer allí?
Voy a intentar mejorar lo que hay allí, mejorar el taller y enseñarles lo que me enseñaron aquí. Yo siempre he querido compartir todo con todos, hay demasiada desigualdad.
¿Cuánto tiempo vas a estar en Senegal?
Dos meses.
¿Cuánto tiempo hace que no estás dos meses en Senegal?
Hace once años que no vuelvo tanto tiempo a mi país. Tengo ganas de cumplir la misión del proyecto. Intentar mejorar lo que hay allí.
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